Para seguir rompiendo cadenas y condicionamientos, hay algo básico que no tenemos en cuenta y que si lo introducimos en nuestro día a día, podremos empezar a ver grandes resultados. Se trata de un cambio de hábitos en cuanto a cómo te despiertas, qué te dices cuando abres los ojos, qué piensas, en quién piensas… Pequeños gestos, pequeños detalles, son grandes pasos para sumar en el cambio que quieres conseguir.